A uno lo que le gustaría es contar historias épicas que enardecieran los corazones y cantaran las gestas de las que es capaz el ser humano; o historias pequeñas que llegaran al lector, trozos de vida que hablaran de tú a tú, y que, aunque insignificantes no por ello fueran menos profundas.
Sin embargo me pongo a ello y lo único que me sale es un señor mirando a una jirafa y una jirafa mirando a un señor.
No sé si a los demás dibujantes les pasa, pero a mí constantemente.
3 comentarios:
Jaja, están los dos muy bonitos, muy tiernos, el cartel y éste.
Un saludo!
Muy engallado veo yo al tipo ese, como si envidiara a la jirafa.
Está simpático.
Yo creo que tienes razón Gordito ese señor le tiene envidia a la jirafa, no sé muy bien por qué, pero desde luego el estatus de jirafa es envidiable.
Eso de la ternura es una cosa a explorar porque tampoco es algo que se haga adrede, en el caso de este dibujo menos que en el del cartel, claro.
Un abrazo!
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